Tomassini, el primero a la izquierda, abajo |
Imágenes de la tragedia |
Posted in Tragedias on October 16, 2011| 2 Comments »
Tomassini, el primero a la izquierda, abajo |
Imágenes de la tragedia |
Posted in Africanos y Asiáticos, Tragedias on September 24, 2011| 2 Comments »
Zhang Yalin, como se escribe en su China natal, pues los apellidos van primero, nació el 19 de abril de 1981, en Dalian, provincia de Liaoning, en el seno de una familia de clase media, cuyos miembros hombres practicaban deportes habitualmente. Dentro de ellos, el chico mostró rápidamente no sólo habilidad, sino también un gran amor por el fútbol, aún insipiente en esta parte de Asia.
Fue entonces que completó su adaptación al fútbol profesional, y por eso tras apenas un par de años en el Yiteng, el conjunto más grande de la ciudad, el Dalian Haichang, se interesó por sus servicios, abonando incluso una buena suma por el futbolista, por entonces de 19 años.
Con la característica “26” |
Su boda paralizó a la ciudad |
Su funeral |
Posted in Tragedias on September 22, 2011| Leave a Comment »
Diario El Gráfico, de Argentina, al otro día |
Víctor Lobatón fue un jugador peruano, de la década del ´60 especialmente, que tuvo la oportunidad de compartir un terreno de juego con alguno de los más grandes futbolistas que ha dado su país, como por ejemplo Héctor Chumpitaz, con quien además de la selección compartió equipo en el Universitario de Lima. Sin embargo, su vida y la de toda una nación se vio sacudida el 24 de mayo de 1964, cuando se produjo una de las mayores tragedias del deporte a nivel mundial.
Los fallecidos en la tragedia |
El silencio en el estadio fue absoluto. Pero en cuestión de segundos, una gran cantidad de fanáticos peruanos se intentaban trasladar hacia la tribuna sur para llegar hacia el árbitro y poder agredirlo por la sanción. Cuando los policías advirtieron esto, fueron al choque de los hinchas, golpeándolos y multiplicando su sed de venganza.
Posted in Pioneros, Tragedias on September 7, 2011| 3 Comments »
En el Norwich City |
En el Nottingham Forest |
Su portada en “Gay Times” |
Llegó a América en 1988, para jugar primero en Los Ángeles Heat y luego en los Edmonton Brickmen, disputando 38 encuentros en dos años, y más allá de que no recuperó su mejor nivel, le surgió una nueva oportunidad en la Premier, de la mano del Manchester City. Pero con los “ciudadanos” apenas jugó dos encuentros, lo mismo que le ocurrió seis meses más tarde en el West Ham.
El Fashanu Justin All Stars |
Por algunos años, y luego de este incidente, su vida se volvió un tormento tras otros. Sumido en deudas, había tenido varias multas con sus automóviles, y sus últimos clubes le habían acusado de querer vender historias a la prensa, algo “poco profesional”.
Posted in Mundiales, Tragedias on August 24, 2011| Leave a Comment »
Nacido el 1 de diciembre de 1948 en el barrio de Nerviano, Milán; Luciano Re Cecconi supo convertirse, durante la década de los ´70, en uno de los niños mimados de un Lazio que arrebató el Calcio a los grandes del norte hasta que una muerte absurda, propia de su simpática carácter, le terminaría cortando una carrera que tenía aún mucho más por ofrecer. Una muestra más de que cuando el destino está marcado, y la tragedia se cierne sobre él, poco importa la calidad humana en cuestión.
Hijo de un albañil que mantenía como podía a su familia, Luciano comenzó desde muy chico a trabajar como carrero junto a su primo para ganar algo de dinero, y de esa manera poder comprarse los botines que necesitaba para jugar al fútbol en los campos de las afueras de Milán, donde se crió. Allí comenzaría a transformarse en aquel mediocampista todoterreno que tanto apreciaban sus compañeros por su despliegue. “Cuatro pulmones” le decían.
Rápidamente un vecino de su barrio le llamó para que comenzase a jugar con otros pequeños en el San Hilario de Milán, de allí fue llamado al Aurora Cantalupo, y pocos meses después, el Pro Patria se fijó en su posible contratación. En este club realizó el último tramo de su preparación para convertirse en “profesional”, y el 14 de abril de 1968 debutó en el primer equipo, jugando en la Serie C del Calcio, muy amateur todavía.
En el Foggia |
Durante esta etapa, además, ya se había ganado el apodo de “ángel rubio” o “Cecconetzer”, el primero en referencia a su particular cabellera rubia, y el segundo porque a menudo era comparado físicamente con el alemán Gunter Netzer, que por aquel momento se desempeñaba en el Borussia Mönchengladbach.
Al año siguiente el entrenador Carlo Regalia le afianzó definitivamente como titular, y desde el espacio de líder en el mediocampo llegó a disputar 33 de los 38 encuentros de la temporada, transformándose en una de las revelaciones de la Serie C con apenas 21 años, y un talento que no entendía de categorías.
Fue entonces que el Foggia llamó a sus puertas. El equipo había estado en la Serie A hasta 1967, y en 1969 había jugado la final de la Copa Italia bajo la presidencia de Antonio Fesce y el técnico Tomasso Maestrelli, lo que parecía augurar un futuro mejor que se tradujo en un mercado de pases con la llegada de Re Cecconi como gran figura para intentar el regreso a Primera.
Una vez que se había puesto a punto físicamente, el joven mediocampista debutó con su nuevo club en la 11º jornada de la Serie B de la temporada 1969/70, ante el Perugia, completando finalmente una campaña con 14 encuentros como titular y un gol, que derivó además en el ascenso a Serie A nuevamente del Foggia.
Sin embargo, la campaña posterior a ésta no sería la mejor para el Foggia, que se vería entre los últimos de ta tabla de posiciones del Calcio, regresando a la Serie B por tener peor diferencia de gol que Fiorentina y Sampdoria. De esta forma, se puso en duda el futuro en el club de algunos de sus futbolistas, como el propio Re Cecconi, aunque finalmente permanecería en el mismo por otra temporada, en la que se convirtió en eje del equipo, que de igual forma finalizó octavo.
Pero ese año aparentemente perdido en la Serie B no sería uno más a la postre para el rubio mediocampista, ya que Maestrelli se había marchado a entrenar a la Lazio de Roma, y como primera condición pidió la llegada de Re Cecconi para fortalecer el mediocampo del conjunto capitalino.
Junto a Maestrelli |
Para la campaña siguiente, la 1972/73, era un futbolista más asentado y no tuvo problemas en demostrar su mejor juego con los “laciales” formando una espectacular dupla con Mario Frustalupi, al punto de que se creó un gran equipo que terminaría tercero en la Serie A, sólo dos puntos por detrás del campeón Juventus. Ese año Re Cecconi firmaría 29 encuentros como titular, anotando también un gol. Para este entonces, además ya había sido convocado para la selección italiana sub23 y estaba en planes del seleccionado mayor “azzurro”.
Pero el gran momento de su carrera llegaría en la temporada 1973/74, cuando un espectacular equipo de la Lazio, que comenzaría a marcar época, se impuso en la Serie A a los hegemónicos equipos del norte que normalmente se imponían durante esa década. De hecho, tras perderse siete jornadas por lesión, logró convertirse en titular nuevamente, coleccionando 23 partidos con dos goles anotados.
Su gran momento de forma no pasó desapercibido entonces para Ferruccio Valcareggi, entrenador del seleccionado italiano, que le convocó para formar parte del equipo que representaría al país en la Copa del Mundo de Alemania. No obstante, la experiencia no fue buena para él, ya que apenas disputó algunos minutos en una Italia que, eliminada en primera ronda, fue una de las grandes decepciones de la competencia.
Igualmente, su calidad era innegable para cualquier compatriota, y el nuevo técnico del combinado, Fulvio Bernardini, le llamó para representar a Italia en un par de encuentros amistosos luego del Mundial, ante Yugoslavia y Bulgaria.
Lazio campeón 1973/74 |
Increíblemente, y a pesar de ser el campeón italiano, la Lazio no pudo formar parte en la temporada 1974/75 de la Copa de Campeones de la UEFA, tras haber sido sancionado por este organismo debido a una pelea entre sus jugadores y los del Ipswich Town de Inglaterra en los dieciseisavos de la Copa UEFA la campaña anterior.
A pesar de no tener que disputar entonces competencia europea, Lazio no repite la grandiosa campaña del anterior, logrando un cuarto puesto en la Serie A, donde de todas formas Re Cecconi logra destacarse entre sus compañeros.
Algo similar ocurriría en la temporada siguiente, pero siendo todo más dramático por la salida del entrenador Mestrelli, además de importantes jugadores, como Giorgio Chinaglia. Sin embargo, cuando el equipo corría riesgo de descenso, el propio Maestrelli regresó para tomar las riendas y recuperar el curso, aunque fallecería poco después, el 2 de diciembre de 1976, enfermedad que sufría y no había querido comunicar a sus jugadores. A la postre Lazio se salvaría por tener mejor diferencia de gol que el Ascoli.
De cara a la siguiente temporada, todos los hinchas se encomendaban definitivamente a lo que pudieran hacer en el terreno de juego Bruno Giordano y el propio Re Cecconi, quien justamente en el debut del equipo bajo las órdenes del entrenador Luis Vinicio, había debutado en la Serie A con una derrota por 3 a 2 ante la Juventus, en un encuentro en el que sin embargo el rubio marcaría el último gol de su carrera, una verdadera obra de arte.
Pero todo cambiaría en la tercera fecha del Calcio, cuando una dura entrada del futbolista del Bologna Tazio Roversi le provocaría una importante lesión en su rodilla izquierda, la que le demandaría varios meses antes de recuperarse de forma definitiva.
Su funeral congregó a miles de hinchas |
Aburrido ante su ausencia en los terrenos de juego, en la noche del 18 de enero de 1977, se encontraba en su casa junto a algunos amigos, como el futbolista Pietro Ghedin, su compañero de equipo; además del perfumista Roman Fraticcioli. Éste les pidió dirigirse al negocio del joyero Bruno Tabocchini, ubicado en la zona de la Colina Fleming para retirar algunos productos.
Aunque se trataba de una zona tranquila, Tabocchini había sido asaltado en numerosas ocasiones por aquellos meses. Re Cecconi no lo sabía, e intentó jugarle una broma haciéndose pasar por un ladrón, por lo que se tapó la cara, ingresó detrás del dueño del local, y le gritó: “arriba las manos!”, simulando tener un arma en su derecha.
Sin embargo, Tabocchini no era un fanático del Calcio y no reconoció al futbolista, al que no dudó en dispararle con su arma Walther 7,65, provocándole una herida que le significaría la muerte una hora más tarde, mientras era atendido en una clínica de Roma. A pesar de la actuación del fiscal Franco Morrone en el caso, quien pedía una pena de tres años, el joyero fue absuelto por actuar en “legítima defensa” 18 días más tarde.
Re Cecconi dejó no sólo una huella imborrable para los fanáticos de la Lazio, sino también a su familia, compuesta por su esposa y sus dos hijas, Cesarina Stefano y Francesa, mientras que sus restos fueron inhumados en el cementerio de Nerviano, su barrio natal.
Al poco tiempo Agostino D´Angelo, directivo del club romano y muy amigo suyo, creó la fundación que lleva su nombre para luchar contra la violencia en las calles de la capital; y en noviembre de 2003, una de las calles del barrio romano de Tuscolano pasó a ser denominada también Luciano Re Cecconi.
Posted in Mundiales, Tragedias on August 13, 2011| Leave a Comment »
Eliseo Mouriño nació el 3 de junio de 1927 en Mataderos, Buenos Aires, Argentina. Hijo de Antonio Mouriño y su esposa Concepción, de orígenes españoles, el chico se ganó el apodo de “el gallego”. Quedó huérfano de padre cuando apenas tenía cuatro años, aunque para ese momento, ya se encontraba entre sus pertenencias un vieja pelota de trapo, su compañía inseparable.
Con la pérdida de Antonio, Concepción se trasladó junto con sus hijos al barrio de San Cristóbal, donde el pequeño Eliseo comenzó a jugar al fútbol, primero en los descampados de la zona, y más tarde formando parte del equipo local “Superclub”. Fue allí, de hecho, donde impresionó a sus primeros entrenadores por su facilidad para entender el juego, y predisposición a dar órdenes a sus compañeros de equipo.
Fue así que, tan pronto cumplió 14 años, fue llamado por el directivo de Superclub Emilio Ferrari, quien además trabaja en el Club Atlético Banfield como gerente del fútbol, organizó un partido entre la quinta división del “taladro” y los jóvenes amateur. Sorprendentemente, el equipo de Mouriño se impuso por 4 a 2, y tanto él como su compañero Jorge Ruiz, fueron fichados por Banfield.
Por aquel entonces, se dedicaba a transcribir piezas de música para piano, aunque ante el evidente futuro en el fútbol, declararía: “Tuve que dejar. Mi profesión es la de jugar al fútbol y tengo la obligación de dedicarme exclusivamente a ella. Si tuviese otra ocupación no podría darle al fútbol mis cinco sentidos y más de una vez en un partido mi cabeza estaría en otra parte y sólo mi cuerpo correría por la cancha”.
Una vez como parte de esta institución, Mourinho completó su formación sumando un gran desarrollo atlético a sus cualidades innatas, y para el 1 de junio de 1946, estaba listo para debutar en la Segunda División del fútbol argentino. Lo hizo, concretamente, en la victoria de su equipo por 3 a 1 frente a Unión de Santa Fé.
Ese mismo año, Eliseo formó parte del equipo de Banfield que logró el ascenso a Primera División, aunque siendo habitualmente suplente. Sin embargo, tras su debut en la categoría, el 9 de mayo de 1948 ante Independiente, se consolidó como titular, y ya nunca dejaría el puesto hasta 1952.
En este período, Mouriño formó parte del equipo de Banfield que en 1951 finalizó en el primer puesto del torneo argentino, convirtiéndose en el primero de los no denominados “grandes” de aquel país en lograrlo. Sin embargo, la gesta fue igualada por Racing, que terminó llevándose el campeonato tras dos encuentros desempate.
En esta etapa, Eliseo se convirtió en uno de los futbolistas preferidos de los entendidos en la materia, ya que realizaba una novedosa variante táctica, inexistente hasta entonces. De hecho, si bien el comenzaba los encuentros compartiendo el mediocampo con Hector D’Angelo, cuando su equipo era atacado retrocedía hasta formar una línea de cuatro defensores junto a Domingo Capparelli, Osvaldo Ferretti y Luis Bagnato.
A mediados de ese mismo año, el técnico Emilio Baldonero pasó de Banfield a Boca Juniors, y tan pronto firmar su contrato, realizó una sola exigencia a los directivos “xeneizes”, lograr la contratación de Mouriño. Sin embargo, Banfield sabía del valor de su futbolista, y lo vendió recién llegada la séptima oferta por su pase, que se convirtió en uno de los de mayor valor realizado dentro del fútbol argentino hasta la época, y que fue tasado en novecientos mil pesos y el pase definitivo del jugador Felipe Magnelli.
Para 1953, Mouriño ya se había consolidado en el mediocampo de Boca, jugando en el centro de la cancha, y flanqueado por dos de quienes serían sus mejores compañeros en un terreno de juego: Juan Francisco Lombardo y Natalio Pescia. Gracias a ellos, el club pudo ser campeón argentino al año siguiente, cortando su mayor racha negativa hasta ese momento, de nueve temporadas.
Justamente en el campeonato de 1954 Eliseo, quien era un verdadero señor dentro del terreno de juego, recibiría la única tarjeta roja de su carrera. En el encuentro ante Vélez Sarsfield, su compañero Juan Carlos Colman recibió una terrible falta de parte de un rival. Mouriño reaccionó enseguida, y se ganó la expulsión de la cancha.
Paralelamente, sus actuaciones en Banfield ya le habían valido el ser citado a la Selección Argentina desde 1952, y fue uno de los integrantes del equipo que logró obtener la Copa América de 1955, disputada en Chile, aunque no disputó todos los encuentros. Posteriormente repetiría logró en 1959, al hacerse con la misma competencia, aunque esta vez en terreno argentino.
El segundo arriba, a la izquierda |
En tanto, también se ganó un sitio para formar parte del plantel “albiceleste” que acudió al Mundial de 1958 en Suecia, aunque la pobre actuación de los sudamericanos terminó por aguar una fiesta de la que no se sentía tan partícipe por volver a ser utilizado como relevo.
Por otro lado, más allá de sufrir hepatitis, enfermedad que no le permitió jugar en 1956, hasta 1960 Mouriño siguió siendo un referente indiscutible tanto para los distintos entrenadores que pasaron por Boca como para los hinchas del club, pero en ese año, se instaló en el primer equipo Antonio Rattín, una de las grandes promesas de la cantera del club que desde hacía un par de años alternaba entre reserva y primera.
Convencido de que su aporte al equipo mermaría en los siguientes meses, a comienzos de 1961 Mouriño decidió aceptar la oferta que le hizo el ignoto club chileno Green Gross, donde jugaba su ex compañero de Banfield Gustavo Albella, y a pesar del interés de Ferro, Platense y Racing por sus servicios. Pero su respuesta positiva escondía también un deseo reprimido: acudir al Mundial que se estaría realizando en aquel país, algo que finalmente nunca pasó.
Artículo tras su muerte |
Increíblemente, Eliseo no llegaría siquiera a debutar oficialmente con su nuevo equipo. Es que en la madrugada del 3 de abril de ese año, cuando la delegación del Green Gross viajaba desde Osorno hasta la capital Santiago, el avión que los transportaba perdió el control y se estrelló contra el cerro Linares, falleciendo todos los viajeros, en lo que se denominó “la tragedia de Green Gross”.
Dante Panzieri, uno de los más importantes periodistas deportivas de la Argentina, le elogiaba de la siguiente forma: “Cuando el fútbol se hace simple, casi llega a ser innecesario ser habilidoso. Corriendo, a veces trotando, se tiene ganada la tranquilidad de poder darle a la pelota un destino claro, efectivo y práctico. Casos: Mouriño, Pizzuti”.
Actualmente, una de las tribunas laterales de la cancha de Banfield lleva su nombre, en reconocimiento a quien sin dudas fue uno de los grandes jugadores surgidos de la institución, y el que, si no pudo agigantar su leyenda, fue sólo porque la fatalidad se lo impidió…
En el video, podemos ver la fuerte repercusión que el pase de Mouriño de Banfield a Boca Juniors suscitó en la época, y que se ve reflejado en la película argentina “La Señal”